domingo, 21 de julio de 2013

21 de 31 días con Ignacio

La gracia del desapego

by Becky Eldredge
decision signs

 La gracia de la indiferencia (o el desapego, o la libertad)  es a menudo lo que se espera de la oración. Es el lugar en el que nos hemos rendido a Dios, es el resultado de nuestras esperanzas, temores y preocupaciones, y confiamos en Dios lo suficiente que no importa lo que pase, "la gracia de Dios será suficiente para mí."

El Desprendimiento no siempre es un regalo que me gusta recibir en la oración, en un primer momento. Intelectualmente, entiendo que el desapego o la indiferencia pueden ser fruto de la oración; también sé que es un componente importante de los Ejercicios Espirituales. Si soy sincero, el desprendimiento de vez en cuando puede ser un lugar aterrador.

Durante el año pasado, mi marido y yo hemos estado discerniendo acerca de nuestros futuro, después del postgrado que mi marido estaba terminando. La elección estaba entre trasladarse a una de dos ciudades. El proceso de discernimiento fue arduo, debido al ritmo loco del día a día, lo que afectó mi capacidad de encontrar la calma en la oración, y porque nos sentimos que estábamos elegiendo entre dos bienes.

En esta primavera, después de ocho meses en este proceso de discernimiento, mientras compartía, con un amigo, como estaba luchando para encontrar la paz sobre esta decisión, le dije: "Hemos aprendido todo lo que puede acerca de las dos ciudades. Hemos orado sobre esto durante meses, y no nos sentimos  atraídos a una u otra ciudad. ¡ esto me está volviendo loco! ¿Por qué Dios no me dará la respuesta? "  Ella sonrió suavemente, se echó a reír y me dijo: "¿luchando un poco con la gracia de la indiferencia?"  Fue entonces cuando me di cuenta como, durante meses, le pedía a Dios la fuerza, la iluminación, y la orientación para la toma de esta decisión. Poco a poco Dios me llevó a un punto en que yo sabía que no importaba en qué ciudad estuviera, me gustaría estar en paz. Me encontraba en libertad.

Me quedé quieto un momento, tanto el miedo y el alivio se apoderaron de mí en ese momento. La elección estaba en nuestras manos. Habíamos discernido todo lo que se pudo con la ayuda de amigos y consejeros espirituales. Habíamos reunido todas las piezas de información que se pudo sobre ambas ciudades. Cuando nos fijamos en las ciudades de lado a lado y cuando comparamos nuestra lista de pros y contras, sabíamos que cualquier ciudad funcionaría.

¿Qué dice San Ignacio hacer en este momento? ¡Tomar una decisión! ¡Actuar! Y probar los frutos de la decisión en el camino. Así que eso es lo que hemos hecho y estamos haciendo, y cuando todavía da miedo, es estimulante tener la libertad, para tomar una decisión . Tomar esta decisión trajo la libertad interior que sólo se encuentra en Dios. El desapego, es un lugar lleno de gracia que, a pesar del miedo que pueden acompañarlo, trae la paz y la confianza profunda en Dios.

Traducción por AAP (artículo original de LoyolaPress)

 



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