domingo, 28 de junio de 2015

LA FRASE DE LA SEMANA

CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DE HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA


Para ver el evangelio completo clic aquí: Mc. 5, 21-43

domingo, 21 de junio de 2015

LA FRASE DE LA SEMANA

CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DE HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA


PARA VER EL EVANGELIO COMPLETO CLIC AQUÍ: Mc. 4, 35-41

sábado, 20 de junio de 2015

“¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?”

Domingo XII del tiempo ordinario – Ciclo B (Marcos 4, 35-41) – 21 de junio de 2015


Recibí hace unos meses el siguiente texto: “Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta. ¿Dios creó todo lo que existe? Un estudiante contestó valiente: Sí, lo hizo. ¿Dios creó todo?, preguntó nuevamente el profesor. Sí señor, respondió el joven. El profesor contestó, "Si Dios creó todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo". El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe era un mito”.

Otro estudiante levantó su mano y dijo: ¿Puedo hacer una pregunta, profesor? Por supuesto, respondió el profesor. El joven se puso de pie y preguntó: ¿Profesor, existe el frío? ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío? El muchacho respondió: De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la física, lo que consideramos frío, en realidad es la ausencia de calor. "Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor".

Y, ¿existe la oscuridad? Continuó el estudiante. El profesor respondió: Por supuesto. El estudiante contestó: Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven preguntó al profesor: Señor, ¿existe el mal? El profesor respondió: Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, gracias a el vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal. A lo que el estudiante respondió: El mal no existe, señor, o al menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó al mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz. Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado. El joven se llamaba Albert Einstein”.


La pregunta por el mal está y estará presente frente a nuestra fe vacilante. Los discípulos, ante la tormenta que los amenaza, se acercan a Jesús que duerme en la parte de atrás de la barca, apoyado sobre una almohada y lo despiertan con esta pregunta: “¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?” La respuesta de Jesús fue dar una orden al viento para que se calmara. Inmediatamente, confronta a sus discípulos y les pregunta: “¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Todavía no tienen fe?”. Eso mismo sentimos que nos pregunta el Señor cuando nos sentimos atenazados por el mal. Pero éste no es más que ausencia de Dios y la mejor forma de atacarlo es dejándonos llenar por esa luz que no conoce ocaso y que nos calienta el corazón.

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.

domingo, 14 de junio de 2015

LA FRASE DE LA SEMANA

CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DE HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA


Para ver el evangelio completo clic aquí: Mc. 4, 26-32

“Lo mismo de noche que de día, la semilla nace y crece sin que él sepa cómo”

Domingo XI del tiempo ordinario – Ciclo B (Marcos 4, 26-34) – 14 de junio de 2015


El Evangelio de hoy nos recuerda algo fundamental para el proceso de construcción de una comunidad de fe: El crecimiento en la vida de comunión, como en todo lo que implica la vida espiritual de las personas, es un regalo de Dios, una gracia. El crecimiento comunitario es un don que es necesario pedir con humildad. Dietrich Bonhoeffer, teólogo alemán, sostiene que "Comunidad cristiana significa comunión en Jesucristo y por Jesucristo. Ninguna comunidad cristiana podrá ser más ni menos que eso. Y esto es válido para todas las formas de comunidad que puedan formar los creyentes, desde la que nace de un breve encuentro hasta la que resulta de una larga convivencia diaria. Si podemos ser hermanos es únicamente por Jesucristo y en Jesucristo"(Dietrich Bonhoeffer, Vida en Comunidad).

Hablando del Reino de Dios, que es lo que queremos hacer realidad cuando nos reunimos para construir la comunión fraterna, Jesús nos recuerda que se trata de algo que acontece aún durante nuestros momentos de descanso. El Reino de Dios crece, aunque los que han sembrado la semilla estén despiertos o dormidos: “Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando el grano ya está maduro, la recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha”.

En este mismo sentido se expresa Pablo, para quien el constructor principal de la comunidad no es el dueño de ésta, ni el crecimiento puede ser atribuido a alguien en particular. Eso le da una característica muy propia a la comunidad cristiana, porque es de Dios y todos los miembros de una comunidad son sólo servidores unos de otros y del proyecto de comunión: “A fin de cuentas, ¿quién es Apolo?, ¿quién es Pablo? Simplemente servidores, por medio de los cuales ustedes han llegado a la fe. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el Señor le señaló; yo sembré y Apolo regó, pero Dios es quien hizo crecer lo sembrado. De manera que ni el que siembra ni el que riega son nada, sino que Dios lo es todo, pues él es quien hace crecer lo sembrado. Los que siembran y los que riegan son iguales, aunque Dios pagará a cada uno según su trabajo. Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y ustedes son un sembrado y una construcción que pertenece a Dios” (1 Corintios 3, 5-9).

Hay algunos superiores o responsables de las comunidades que sienten la obligación de responder por el crecimiento de la comunidad y de cada uno de los miembros. Esto los lleva a tomarse demasiado a pecho la santificación de sus súbditos, como si de ellos dependiera este crecimiento espiritual. Dicen que Dios le dijo una vez a un superior y a un ecónomo de una comunidad: “Ustedes encárguense de hacerlos felices; de hacerlos santos, me encargo yo...”.

Pidamos al Señor que en nuestras comunidades de fe, tengamos muy presente esta enseñanza que nos deja el evangelio de hoy. Que tengamos la humildad de reconocer que el que da el crecimiento es Él mismo y que nosotros sólo somos sus colaboradores.

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.

miércoles, 10 de junio de 2015

Después de las elecciones ... ¿qué?

Estimados amig@s en el Señor, han pasado las elecciones, con resultados casi finales según el PREP del INE, en todos los niveles: Federal, Estatal y Municipal,
A nivel Federal, tenemos por ejemplo:



Mientras que en cada Estado y Municipio, cada quien lo puede ver en las páginas de los Consejos Estatales Electorales.

Te invitamos a compartir, en este foro, la respuesta a estas preguntas:

  • después de los resultados, ¿cómo te sientes, desolado/consolado? ¿porqué?
  • nuestra espiritualidad nos llama a ser Contemplativos en la Acción ¿qué podrías hacer, para dar seguimiento y que haya buen gobierno?



domingo, 7 de junio de 2015

LA FRASE DE LA SEMANA

CORRESPONDIENTE AL EVANGELIO DE HOY PARA REFLEXIONAR TODA LA SEMANA


PARA VER EL EVANGELIO COMPLETO CLIC AQUÍ: Mc. 3, 20,35