01 de 31 días con Ignacio

Cinco maneras de encontrar a Dios en todas las cosas

por Andy Otto

 

Encontrar a Dios en todas las cosas es una gran parte de la espiritualidad ignaciana. Pero encontrar a Dios en las partes aburridas de la vida es más fácil decirlo que hacerlo. Aquí hay cinco maneras (aparte del Examen) para encontrar a Dios en todas las cosas.

1. Micro-Conciencia. No se trata de ser consciente del momento presente, sino más bien dejar que cada pequeña acción que usted haga se convierta en su principal objetivo del momento. Si dejas que algo tan sencillo como pulsar el botón de encendido de la computadora o subir las escaleras, se hagann con la intención y conciencia (en lugar de hacerlo rutinariamente), usted encontrará una nueva santidad en las tareas cotidianas.
2. Diario- Anotar las experiencias de su día, así como tus pensamientos y sentimientos es una especie de Examen, pero a menudo el acto de la escritura revela momentos invisibles de la presencia de Dios en un inicio se haya perdido.
3. Haz algo a la "manera antigua". La tecnología y las expectativas de rápidas a menudo pueden cerrar la puerta a la conciencia de Dios. Para variar, camina hasta el escritorio de alguien en vez de llamar; escribir a mano una carta en lugar de enviar un e-mail; caminar a la tienda en lugar de conducir o tomar el tren en vez de volar. El cambio de ritmo que puede dar una interacción o experiencia más significativa. La desaceleración te permite reconocer la presencia de Dios con mayor facilidad.
4. Escuchar. ¿Cuándo fue la última vez que realmente escuchas a alguien sin intentar pensar en qué decir a continuación? Usted se sorprenderá de lo que se oye si realmente escuchas a un amigo, a los sonidos de la naturaleza que te rodea (pruebe a apagar la radio cuando se conduce), o en tu propia conciencia. Dios habla cuando nos detenemos el tiempo suficiente para escuchar.
5. Decir "Dios está aquí"- Esta idea proviene de UCC pastor Jane E. Vennard. Ella dice :
   

   Practique decir "Dios está aquí" la próxima vez que estes en una discución entre sus vecinos, al ver a alguien irresponsablemente tirar basura desde un vehículo, empaparse en una tormenta inesperada, o morder de una manzana harinosa y de mal gusto.
   A partir de su propia experiencia, San Francisco de Asís se enteró de que las lecciones más profundas de Dios vienen cuando se reciben todas las cosas, incluso lo que no es bello.

   A veces, diciendo "Dios está aquí" es la mejor manera de encajar en la conciencia de que Dios no habita sólo en ti, sino a tu lado en todo momento, sencillo, mundano o grande.
   
   (traducción AAP con ayuda del traductor Google, artículo orginal)