"Cuando la
situación histórica se define en términos de injusticia y opresión, no hay amor
cristiano sin lucha por la justicia"
Ignacio Ellacuría,
1977
INICIO
Busco un espacio tranquilo e íntimo que
facilite el encuentro con Dios padre-madre y me pongo en su presencia, respirando
profundamente de manera que pueda ir relajando mi cuerpo y estar cada vez más
atento a lo que me dice mi corazón. Me pongo en manos de Dios:
“Señor, que en
este día todos mis pensamientos, sentimientos e invitaciones estén encaminadas
a cumplir tu voluntad.”
CONTEMPLACIÓN
En Mateo
5, 3-11 el evangelista sintetiza las enseñanzas de Jesús, un catecismo
elemental de vida para sus discípulos, actitudes básicas en el reino que
superan a las de la ley (Mt 5, 17-48), deben ponerse en práctica, sin pretender
vanagloria; exigen gran confianza en Dios:
Felices los que tienen
el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de Dios.
Felices los que lloran,
porque recibirán consuelo.
Felices los pacientes,
porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen
hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los
compasivos, porque obtendrán misericordia.
Felices los de corazón
limpio, porque verán a Dios.
Felices los que
trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de Dios.
Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de Dios.
Felices ustedes,
cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de
calumnias.
La construcción continua del Reino de
Dios, requiere un corazón limpio y libre de apegos, que permita ver a todos y
todas con una mirada compasiva, que permita sentir en piel propia las alegrías
y desgracias de la persona próxima, que sea paciente en la lucha por la
justicia, que ponga su energía para trabajar por la paz, desde la paz.
REFLEXIÓN
¿Tengo el espíritu del pobre que me
permite mirar en primer lugar a la persona en su calidad humana antes que
buscar el valor económico? ¿En qué
momentos han brotado mis lágrimas por sentir en piel propia las alegrías y/o
desgracias de la persona próxima? Recuerdo los momentos que he sentido en mi
propio cuerpo, en lo profundo de todo mí ser, la sed y hambre de justicia.
¿Cómo es mi trabajo por la paz?
COLOQUIO
Señor, te doy gracias por la dicha y
alegría de ser partícipe de tú Reino, ayúdame a no perder consciencia de esto
para seguir siendo co-creador y que no me detenga el miedo, la incomprensión,
persecución, los insultos ni los juicios. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario