domingo, 20 de julio de 2014

DÍA 20 Bienaventuranzas

"Cuando la situación histórica se define en términos de injusticia y opresión, no hay amor cristiano sin lucha por la justicia"
Ignacio Ellacuría, 1977

INICIO
Busco un espacio tranquilo e íntimo que facilite el encuentro con Dios padre-madre y me pongo en su presencia, respirando profundamente de manera que pueda ir relajando mi cuerpo y estar cada vez más atento a lo que me dice mi corazón. Me pongo en manos de Dios:

“Señor, que en este día todos mis pensamientos, sentimientos e invitaciones estén encaminadas a cumplir tu voluntad.”

CONTEMPLACIÓN
En Mateo 5, 3-11 el evangelista sintetiza las enseñanzas de Jesús, un catecismo elemental de vida para sus discípulos, actitudes básicas en el reino que superan a las de la ley (Mt 5, 17-48), deben ponerse en práctica, sin pretender vanagloria; exigen gran confianza en Dios:

Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de Dios.
Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.
Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de Dios.
Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias.

La construcción continua del Reino de Dios, requiere un corazón limpio y libre de apegos, que permita ver a todos y todas con una mirada compasiva, que permita sentir en piel propia las alegrías y desgracias de la persona próxima, que sea paciente en la lucha por la justicia, que ponga su energía para trabajar por la paz, desde la paz. 

REFLEXIÓN
¿Tengo el espíritu del pobre que me permite mirar en primer lugar a la persona en su calidad humana antes que buscar el valor económico?  ¿En qué momentos han brotado mis lágrimas por sentir en piel propia las alegrías y/o desgracias de la persona próxima?   Recuerdo los momentos que he sentido en mi propio cuerpo, en lo profundo de todo mí ser, la sed y hambre de justicia. ¿Cómo es mi trabajo por la paz?

COLOQUIO

Señor, te doy gracias por la dicha y alegría de ser partícipe de tú Reino, ayúdame a no perder consciencia de esto para seguir siendo co-creador y que no me detenga el miedo, la incomprensión, persecución, los insultos ni los juicios. Amén.

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