viernes, 11 de julio de 2014

DÍA 11 Nacimiento de Jesús

“Hoy os ha nacido en la ciudad de David el Salvador, el Mesías y Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.…”
 Lucas 2, 11-12

INICIO
Me relajo y tranquilizo, para poder escuchar, ver y sentir lo que esta oración contemplativa me tiene que decir. Ignacio nos lleva conocer el misterio de Dios hecho hombre, para que conociéndolo, más lo ame y le siga…

A un mundo oprimido y destrozado
Por el odio interminable y la violencia,
Entre gente hambrienta, perdida, abandonada,
Dios envió a un niño.

A un mundo herido y muerto,
De naciones egoístas,
 a un mundo perdido y sin gobierno,
Dios envió a un hombre.
Cuando la historia ha perdido su camino,

Y el poder vale más que la persona,
A aquellos que le escuchen y le acaten,
Dios volverá a abrazarlos.
John Morrison


CONTEMPLACIÓN
Lee el nacimiento de Jesús en Lucas 2,1-19 y contempla “… es ver las personas; es a saber, ver a Nuestra Señora y a José y a la esclava, y al Niño Jesús recién nacido, haciéndome yo un pobrecito y esclavito indigno, mirándolos, contemplándolos y sirviéndoles en lo que necesiten, como si presente me hallase, con todo el acatamiento y  reverencia posibles; y después reflexionar en mi interior para sacar algún provecho.…” [EE.EE. 114], poniendo toda tu capacidad de imaginación en ello…

Todo esto para sintonizar con lo pequeño, con lo pobre… Dios hace una opción y yo quiero adecuarme, haciéndome pequeño(a).  Acuérdense que Jesús decía “el que no reciba el Reino como un niño, no entrará en él” (Marcos 10,15). Así nos invita Dios a que acojamos este misterio, tomando contacto, dejándome “afectar”, es decir no solo ideas, sino relación de presencia afectiva.

REFLEXIÓN
Ve a las personas, ¿Quiénes son? ¿qué hacen? ¿cómo?.
Escúchales, ¿qué dicen? ¿en qué tono? ¿a quién?
¿Qué aprendo de estas personas? ¿de sus palabras? ¿de sus acciones?
¿Qué buena noticia escucho de este Evangelio?

COLOQUIO
Termina platicando con Jesús, dale gracias; pide perdón; ofrece tus acciones para alabarlo a Él y reconocer a la Virgen María su disposición y entrega.


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