“Yo se los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no
para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Me invocarán y
vendrán a mí en oración y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, porque
me buscan de todo corazón.” Jer 29, 11-13
INICIO
Bienvenidos a estos 31 días para RECORDAR, VIVIR y COMPARTIR la
experiencia de los Ejercicios Espirituales Ignacianos: con tu familia, tus
compañeros de trabajo, con tus amigos, con la sociedad… contigo mismo.
Los Ejercicios provienen de la experiencia de
Sn. Ignacio, quien nos dice que hacer
y cómo hacerlo. Hasta que lo
pongamos en práctica, entenderemos de que habla; necesitamos experimentarlo por
nuestros propios medios.
MEDITACIÓN
Ignacio define los Ejercicios Espirituales
(EE.EE.) como “… todo modo de examinar la consciencia, de meditar, de contemplar, de orar
vocal y mental, y de otras operaciones espirituales,…” [1], con el propósito de encontrar la voluntad
de Dios para guiar la vida propia y recibir el conocimiento y estímulo necesarios
para seguir la vocación personal, para lo cual habremos de hacer un viaje a través
de la oración y la conciencia de sí mismo, y llegar a ser espiritualmente libres
para lograr el propósito.
REFLEXIÓN
Al recordar que son los EE.EE. y para que los
hacemos, ¿qué recuerdos vienen a mi mente de cuando hice anteriormente? ¿qué y
cómo me siento al respecto?
Reviso mi forma de orar, ¿distingo entre
meditar y contemplar?
¿Podrías describir a ti mismo cuál es tu
vocación personal? ¿Es tu vocación diferente a tu vida actual?
COLOQUIO
· Platica con Jesús
acerca de lo que recordaste y/o encontraste al meditar y reflexionar sobre como
los EE.EE.
·
Agradece por la
oportunidad de re-vivir esta experiencia.
·
Mañana, cómo
quieres vivirlo?
·
Termina con un Padre
Nuestro
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