viernes, 12 de agosto de 2016

Cápsula 07 La familia ante la infertilidad.


Tema:
La familia ante la infertilidad.

Frase:
Muchas parejas de esposos no pueden tener hijos. Sabemos lo mucho que se sufre por ello.” (AL 178)

Contexto:
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad es una enfermedad del sistema reproductor, definida por la incapacidad de lograr un embarazo después de 12 meses de relaciones sexuales desprotegidas. Las estadísticas indican que la infertilidad aqueja hoy al 15-20% de las parejas. En México, según el primer censo sobre infertilidad en el país (2013), tres de cada 10 parejas tienen problemas de fertilidad. Además, el estudio mostró que entre 15 y 17% de la población tiene dificultades para lograr un embarazo (Cf. Celaya Enríquez, X.). Sin embargo, a pesar de que la infertilidad es más común de lo que se piensa, sigue siendo un tema delicado y difícil de tratar tanto para quienes la padecen como para quienes rodean a la pareja. Datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) indican que hay aproximadamente 1.5 millones de parejas que presentan este problema en México y menos del 50% de éstas acuden a un especialista para buscar soluciones (Cf. Aguirre S., M. M.).

Experiencia:
Al tomar conciencia del tema, descubro que conozco al menos 10 parejas cercanas que viven esta situación. En particular pienso una pareja que tras superar diversas situaciones de salud que les impedía pensar en tener hijos, se deciden por fin a buscarlos, pero con dolor descubren que esto no será posible para ellos. Buscando diversas alternativas médicas lo único que obtuvieron fue frustración tras frustración. Recuerdo su dolor, rabia, culpa, tristeza, decepción, soledad, que les llevó incluso a una crisis de fe. Buscaron luego adoptar, pero también ésta les fue negada porque, según las autoridades pertinentes, no cumplían con los parámetros requeridos.
Como psicóloga sé y he constatado que la infertilidad constituye un problema con consecuencias emocionales muy importantes para la pareja: terminan sintiéndose aislados, apenados y generalmente comienzan a tener problemas entre ellos, producto de los sentimientos de frustración, ansiedad y depresión. Además algo tan importante en el desarrollo personal como lo es “tener hijos” (7ª etapa del desarrollo humano, “generatividad”, E. Erickson) afecta de forma directa a todas las esferas de la vida: autoestima, planes a futuro, vida de pareja, familia extensa, vida social, relaciones sexuales, etc. Y, muchas veces, la mujer incapaz de tener hijos sufre discriminación o la pareja sin hijos no se considera “verdadera” familia, lo que aumenta el sufrimiento.

Reflexión:
En casi todos existe la creencia arraigada de que la procreación es un proceso voluntario y que, por tanto, cualquier persona la podrá alcanzar. Los grandes esfuerzos de las sociedades actuales para el control natal dejan la idea latente de que el embarazo ocurrirá si no se ponen medios que lo impidan, con lo que la capacidad de procrear queda presupuesta. Así, es común que quienes se ven sorprendidos por la situación de infertilidad experimenten confusión y desconcierto: han de asimilar lo que les está ocurriendo, para luego posicionarse y decidir entre distintas opciones: seguir intentándolo por sus propios medios, renunciar a tener hijos, intentar ayuda de la reproducción asistida, adoptar, acoger, etc. (Cf. Llavona Uribelarrea, L.M.)
El Catecismo de la Iglesia Católica dice: “El matrimonio y la familia están ordenados al bien de los esposos y a la procreación y educación de los hijos […] Un hombre y una mujer unidos en matrimonio forman con sus hijos una familia”. (CIC 2201,2202) Por su parte, las Instrucciones Donum Vitae y Dignitas Personæ ponen serias objeciones a varios métodos de reproducción asistida.
Así, quienes viven la infertilidad muchas veces se sienten rechazados, señalados, excluidos de ciertos círculos, y se experimentan frustrados en algo que pensaban era “natural” o con una familia “incompleta”, que no encaja en los parámetros sociales y religiosos. Y son bastantes los que no buscan ayuda médica, al desconocer la verdadera doctrina moral cristiana, o lo hacen en medio de sentimientos de culpa.
Pero Amoris laetitia nos recuerda que el matrimonio no ha sido instituido solamente para la procreación, sino también para la amistad y comunión de la vida toda (Cf. AL 178, GS 50). Y aunque propone la  adopción como camino para realizar la maternidad y la paternidad de manera muy generosa (Cf. AL 179), también abre a la dimensión de la fecundidad ampliada: «la maternidad no es una realidad exclusivamente biológica, sino que se […] cumple a través de muchas formas de amor, comprensión y servicio a los demás» (178. Cf. DA 457), y nos recuerda que la procreación o la adopción no son las únicas maneras de vivir la fecundidad del amor. (Cf. AL 181), porque «un matrimonio que experimente la fuerza del amor, sabe que ese amor está llamado a sanar las heridas de los abandonados, a instaurar la cultura del encuentro, a luchar por la justicia.» (183) De esta manera, los esposos sin hijos, pueden vivir en plenitud la etapa de la generatividad.
Así, en esta sección de Amoris laetitia  encuentro una invitación para que quienes hemos recibido el don de la maternidad-paternidad física lo vivamos en gratitud, reconociendo que nuestra fecundidad no se limita a la procreación de los hijos, sino que debe desbordarse a todas aquellas personas y espacios donde la vida no se da en plenitud. También nos invita a acoger en escucha atenta y compasiva a quienes viven la situación de infertilidad.
A las personas que viven la infertilidad, Amoris laetitia les recuerda que la fecundidad tiene muchos rostros y, una vez superado el desconcierto, dolor y frustración normales ante la imposibilidad de tener hijos, pueden discernir por qué camino se sienten llamados por Dios a vivir la fecundidad propia del amor de pareja, que no sólo se expresa en la procreación.
Como comunidad cristiana, encuentro una invitación para que, sin renunciar al modelo tradicional de familia, dejemos de verla como modelo único; abrir espacios de inclusión donde todas las parejas, con o sin hijos, puedan sentirse verdadera familia, parte importante de la comunidad, con mucho que aportar a nuestro mundo tan necesitado de compasión; impulsar reformas en el proceso de adopción, que faciliten el encuentro entre padres e hijos adoptivos; animar a la comunidad científica a seguir buscando maneras éticas de resolver el problema de la infertilidad; e impulsar desde nuestra condición de laicos una actualización de la moral cristiana respecto los temas de sexualidad-fertilidad.

Acción:
Amoris laetitia comprueba que la Palabra de Dios se muestra como una compañera de viaje también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor (Cf. 19-22). La invitación concreta para todos sería buscar desarrollar una actitud de “no pasar de largo” ante el sufrimiento de aquellos que padecen infertilidad, manteniendo las mismas actitudes de Jesús, Buen Samaritano: mirar, compadecerse, acercarse, curar heridas, involucrar a otros y comprometerse solidariamente. (Cf. Lc 10,25-31)

Evaluación:
¿Cuántas parejas conozco en situación de infertilidad? ¿Cómo me acerco a ellas?
¿En mi familia vivo la fecundidad ampliada o me he concretado a mi “pequeño mundo”?
¿Vivo la Eucaristía dominical como impulso al compromiso con los pobres y sufrientes del mundo? (AL 186)

Bibliografía, referencias/fuentes.
·     Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer, Bilbao, 2009.
·     Catecismo de la Iglesia Católica, Segunda Edición, Coeditores Católicos de México, 1993.
·     Constitución Pastoral Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo actual.
·     Instrucción Dignitas Personæ, sobre algunas cuestiones de bioética, 8 de septiembre de 2008.
·     Instrucción Donum Vitae, sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación, 22 de febrero de 1987.
·     V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento Conclusivo. 3ª Edición, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007.
·     Aguirre S. María del Mar, “Infertilidad: un asunto que afecta a más de dos.” Forbes, mayo 22 de 2015. http://www.forbes.com.mx/infertilidad-un-asunto-que-afecta-a-mas-de-dos/#gs.YjR=HHw
·     Celaya Enríquez, Xóchitl, “En México, tres de cada 10 parejas son infértiles: estudio.” Agencia NotieSe, México DF, enero 16 de 2013. http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=6251

·     Llavona Uribelarrea, Luis María, El impacto psicológico de la infertilidad, Universidad Complutense de Madrid,  Papeles del Psicólogo, vol. 29, núm. 2, mayo-agosto, 2008, pp. 158-166. Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, Madrid, España. http://www.redalyc.org/pdf/778/77829202.pdf

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