“Cristo nos liberó para que fuéramos realmente libres. Por eso,
manténganse firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud." Gálatas 5,1
INICIO
En la medida que voy entrando y viviendo esta
experiencia espiritual, en nuestra vida puede haber un cambio, tal vez no de
actividades, pero sí de actitudes (no
tenga que cambiar lo que hago sino el cómo
lo hago), tenemos que pedir que comprenda que los caminos de Dios son
diferentes, que esos caminos no son como los que hasta ahora hemos creído que
tenían que ser.
MEDITACIÓN
Ignacio nos guía
con su (PyF) para seguir los caminos de Dios: “donde se sigue que el hombre, tanto ha de usar de ellas cuanto le ayuden para su fin, y tanto las ha de dejar, cuanto para ese fin
le impiden. Por lo tanto es necesario hacernos indiferentes
(libres) ante todo, de tal manera
que no queramos, de nuestra parte, más salud que enfermedad, riqueza que
pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta. Y así de todo lo demás; solamente
deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos creados.” [23 cont.]
REFLEXIÓN
¿Caigo en cuenta de
las afecciones desordenadas que tengo (gustos, placeres,
intereses, etc.) por elección propia o impuesta (publicidad mediática, estilos de vida fuera de la
realidad, corrupción, mentira, etc.) que van en
contra de la gente o de mí mismo?
Sí, vencerme
a mí mismo, es ser libre. ¿Qué tengo que vencer para poder elegir lo que me
lleve a Dios?
¿Qué creo que Dios
me está pidiendo, en esta experiencia espiritual para que lo vaya dejando o
pueda renunciar? (Génesis 12, 1-5 y Génesis 22, 1-19)
COLOQUIO
Termina con un
coloquio (platica o diálogo) con Jesús, sobre tus afectos y apegos
‘desordenados’, que no te dejan libre para seguirlo a Él. Escribe los
sentimientos y descubrimientos que surgieron de tu meditación. Agradece a Papá Dios y termina con un Padre Nuestro.
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