“Por lo tanto, les pido: caminen según el Espíritu y no se dejen arrastrar por
los apetitos desordenados. Porque esos apetitos están en contra del Espíritu, y
el Espíritu contra ellos. Ambos combaten entre sí, y por eso ustedes no pueden
realizar sus buenos deseos.” Gálatas 5,16-17
INICIO
Me presento ante tí, Señor con el deseo
ferviente de conocerte más, de conocerme mejor, para así más amarte y servirte.
Pido la gracia que tú sabes necesito para aprovechar estos minutos de encuentro
contigo.
MEDITACIÓN Y
REFLEXIÓN
Hoy vamos a
meditar en todos esos momentos en que me he sentido feliz, alegre, en paz (consolación).
Me pregunto qué me causó esa alegría, repaso lentamente si es un regalo tuyo, o
si es algo que me he proporcionado.- Los apunto. ¿Qué sentimientos experimento?
Medito también los ratos en que me he sentido
triste, acongojad@ (desolación).- Ahondo en esa tristeza y voy percatándome cuales
son las causas, en que parte de mi cuerpo se impacta esta sensación. Los
apunto.
Regreso a los momentos alegres. ¿Estoy ciert@
que es un don del Señor? ¿me lleva a estar más cerca de Él, a servir mejor a
mis hermanos? En caso que no sea así, si no encuentro la paz que solo me da El
Señor, daré por un hecho que es una trampa, un mal disfrazado de
verdad.
Ignacio nos lanza otro “salva vidas”, las reglas de la Segunda Semana [328] /revisarlas
aquí/ para saber que “espíritu” nos mueve y
así poder descubrirlo, para seguirlo o rechazarlo.
En esta meditación aprendemos a darle
verdadero valor a las situaciones, a encontrar la felicidad y la paz que solo
el Señor nos proporciona. A reconocer y rechazar todo aquello que nos aleja y
que al final solo causa dolor, vacío en el alma. Practiquemos este ejercicio
siempre que estemos en momentos de apremio…
COLOQUIO
Gracias Señor,
desde el fondo de mi corazón, gracias por llevarme de la mano a esta plenitud.
Aunque a veces el sufrimiento esté presente en nuestras vidas, que tu Espíritu
sea siempre nuestro guía y que nuestras acciones, pensamientos y sentimientos
sean siempre para mayor Gloria tuya, AMDG.
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