jueves, 3 de julio de 2014

Día 03 Principio y Fundamento

“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.”  Juan 17,3-4

INICIO
Me coloco en mi espacio sagrado, ese donde sé que me encuentro en paz con lo más profundo, conmigo, con Dios.  Hago 5 respiraciones profundas, lentas, con los ojos cerrados y en concentración. Consciente de que con cada inhalación estoy adentrándome más en mí y disponiéndome a orar en completo silencio externo e interno. Después de la respiración me pongo en manos de Dios:

“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Señor aquí estoy para hacer tu voluntad.  Con el corazón, la mente y mis manos abiertas me dispongo a conectarme contigo y escuchar lo que quieres de mí y me invitas a vivir.   Descubrirme en tí, me lleva a descubrir para lo que fui creado.  Mi base, mi plataforma para despegar y actuar. Ayúdame a orar y vivir este día en tu presencia.”

MEDITACIÓN
Darnos cuenta de Dios, nos hace vivir eternamente, llena nuestros corazones de alegría y nos impulsa a querer salir a gritarle al mundo cómo es él y replicar su amor.

Ignacio nos comparte lo que descubrió es el fin del hombre:
“El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor”. [23]


REFLEXIÓN
Medita un poco:  ¿De cuántas maneras podemos replicar su amor?, ¿de qué forma sirvo yo a Dios?  ¿Has descubierto la grandeza de Dios?, ¿cuándo?, ¿cómo fue esa experiencia?, ¿qué te hizo sentir?...  ¿Has sentido esa llama ardiente en el corazón de querer alabarlo y compartirlo con todos?...

COLOQUIO
Señor, ayúdame a mantener siempre presente mi principio y fundamento, este fin para el que existo. Ayúdame a seguir descubriendo y llevando a la acción esas formas cómo yo te sirvo mejor. Y auxíliame a hacerme indiferente de todo lo demás y utilizarlo tanto cuánto me ayude a alabarte y servirte. 

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