miércoles, 3 de julio de 2013

03 de 31 días con Ignacio

Cinco cosas que los Ejercicios Espirituales me enseñan acerca de Jesús

por Becky Eldredge
Jesus  
En más ocasiones de las que puedo contar, la gente me comenta "la espiritualidad ignaciana no tiene suficiente que hacer con Jesús. Todo lo que usted oye hablar es encontrar a Dios en todas las cosas." Aunque en mi cabeza pienso en todas las cosas que me gustaría decir, en respuesta a ese comentario, normalmente tomo un profundo respiro y les pregunto:

¿Alguna vez has ido a los Ejercicios Espirituales? Ellos son todo acerca de Jesús y una relación con él. Aquí están las cinco cosas que los ejercicios espirituales me han enseñado acerca de Jesús:

  1. Jesús era un ser humano. Esta comprensión fué más profunda dentro de mí durante la segunda semana de los Ejercicios, cuando oré los pasajes biblicos sobre la Natividad, con  mi hijo de seis meses de edad, en mis brazos. Realmente fue María quien me mostró la humanidad de Jesús, como una madre alimenta a su pequeño hijo. María llevaba, dio a luz, y amaba a un niño. Yo llevaba, dí a luz, y me enamoré de un niño, mi hijo. El niño Jesús pasó por todas las fases de crecimiento que mis propios hijos han pasado.
  2. Jesús discernía la voluntad de su Padre. Al orar en los ejercicios me ayudó a entender como Jesús creció en sabiduría y entendimiento. Jesús preguntó a su padre: "¿Cuál es mi siguiente paso?" Yo también le pido a Dios, al Padre de Jesús, "¿cuál es mi siguiente paso?"
  3. Jesús sufrió, al discernir la voluntad de su Padre,  a veces Jesús se enfrentó a algunas situaciones difíciles: Burlas de los amigos y la familia, indeseado en su ciudad natal, la traición de los amigos, y el dolor físico. Caminar al lado de Jesús y orar con las experiencias de Jesús del sufrimiento, especialmente durante la tercera semana de los Ejercicios, me mostró cómo Jesús, un ser humano, sentía dolor. Jesús recibe nuestro sufrimiento porque él experimentó lo propio en su vida.
  4. Jesús permaneció arraigado en su Padre. A través de todas las situaciones que Jesús enfrentó, confiaba en su Padre y se dirigió a él en momentos de necesidad para la fuerza en su viaje. Con la ayuda de su padre, Jesús entró en Jerusalén y se enfrentó a su muerte. ¿Qué me enseña la confianza de Jesús en el Padre? Cuando mi propio discernimiento me lleva a enfrentar situaciones difíciles, ¿yo también puedo apoyarme en Dios y  a caminar con Él en el viaje?
  5. Jesús era esperanzador. La esperanza de Jesús vino de su confianza en Dios. Jesús comprendió que su pasión era necesaria, para que Dios complete su Plan- la Resurrección. Debido a que Jesús fue esperanzador, tengo una razón para la esperanza en mi propia vida. Debido a la confianza de Jesús en Dios, tengo una razón para creer que en los tiempos difíciles, la luz al final llegará.
¿Qué tienen los ejercicios espirituales que enseña acerca de Jesús? 

Traducción por AAP (artículo original, aquí
 

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