Carta
abierta
Mérida,
Yucatán a 21 de enero de 2017
A nuestro Presidente, Enrique Peña Nieto
A nuestro Gobernador, Rolando Zapata Bello
A nuestros diputados del Congreso del Estado de Yucatán
A nuestros Senadores y Diputados del Congreso de la
Unión
A la opinión pública
Somos miembros de la Comunidad de Vida
Cristiana, agrupación con presencia a nivel mundial en más de 80 países.
Nuestro propósito es llegar a ser cristianos comprometidos, dando testimonio en
la Iglesia y en la sociedad de los valores humanos y evangélicos esenciales
para la dignidad de la persona, el bienestar de la familia y la integridad de
la creación, así como trabajar en la reforma de las estructuras de la sociedad
tomando parte en los esfuerzos de liberación de quienes son víctimas de toda
clase de discriminación.
Es por ello que vemos con mucha
preocupación la creciente desigualdad social, la alarmante destrucción de la
naturaleza, el autoritarismo y la concentración de la riqueza, la corrupción y
la impunidad de la clase política y sobretodo el cinismo sin precedente con el
que se conduce una parte considerable de las y los políticos y funcionarios del
gobierno de los tres niveles. Lo anterior, y atendiendo a nuestros Principios
Generales, nos obliga a expresarles a todos ustedes, un ¡YA BASTA! y exigirles
un cambio drástico en la gestión pública, pues de acuerdo al sistema
democrático que nos rige, ustedes no se mandan solos, sino que reciben el
mandato del pueblo, de la ciudadanía.
De forma particular, nos manifestamos
abiertamente en contra de 3 medidas que se han tomado en las últimas semanas:
1) el ajuste en el precio
de las gasolinas, conocido como gasolinazo;
2) el aumento en la tarifa
del transporte público en Mérida;
3) el reemplacamiento de
vehículos en Yucatán y la condonación de tenencia, refrendo y multas a los
incumplidos.
Las 3 son decisiones que evidentemente
profundizarán aún más la desigualdad social en la que vivimos y el mayor
empobrecimiento de las clases populares. Consideramos que dichas medidas además
de tener un efecto muy nocivo en las finanzas familiares de la mayoría, fueron
generadas por razones de índole recaudatoria, derivadas de una mala
administración de los recursos públicos, de malas decisiones en las empresas
paraestatales, de un gasto excesivo en áreas y proyectos que no generan
crecimiento económico ni disminución de la pobreza, de reformas legales que
tienden a beneficiar a un grupo muy reducido de personas, la falta de transparencia
en la asignación de contratos e ineficiencia en las obras públicas y de una
constante corrupción de los servidores públicos.
Por lo tanto, no es justo que las
consecuencias de sus errores las sufran los ciudadanos y es por ello que
pedimos que se dé marcha atrás a estas medidas. Existen muchas otras
alternativas viables para suplir los ingresos que necesita el gobierno: desde
reducir los inmorales salarios de los altos funcionarios de los tres poderes de
la Unión, la eliminación de las pensiones vitalicias a los ex - presidentes, la
aplicación de impuestos progresivos para que las empresas con mayores
utilidades contribuyan con lo que en justicia les corresponde, hasta la
cancelación de obras faraónicas, un combate serio y decidido a la corrupción y
el castigo a quien haya incurrido en estas prácticas.
Creemos también que las medidas de
austeridad que se han anunciado en los últimos días no resuelven el problema de
fondo y son coyunturales, por lo tanto, demandamos que se establezcan como
definitivas y con miras de largo plazo para una sobriedad en el gasto público,
con un mejor enfoque en acciones que disminuyan la desigualdad social.
La población estará muy atenta a sus
decisiones y acciones, con base en esta y otras exigencias que se han estado haciendo
a través de diversos medios y formas. Esperamos que realmente cumplan con su
deber constitucional, pues la sociedad se los demanda.
Atentamente
Andrés Mayorquín, Rosy Arcila, Daniel
Pérez, Liliana Alcocer, Fabiola Romero, Gabriel Benavides, Mercedes Moreno,
Emma Novelo, Alma Ruiz, Ligia Briceño, Isabel Heredia, Jesús Guerrero, Elsy
Magaña, Laura Ottaviani.
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