miércoles, 4 de junio de 2014

Día 04 Vencerse a sí mismo

“Cristo nos liberó para que fuéramos realmente libres. Por eso, manténganse firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud."  Gálatas 5,1

INICIO
En la medida que voy entrando y viviendo esta experiencia espiritual, en nuestra vida puede haber un cambio, tal vez no de actividades, pero sí de actitudes (no tenga que cambiar lo que hago sino el cómo lo hago), tenemos que pedir que comprenda que los caminos de Dios son diferentes, que esos caminos no son como los que hasta ahora hemos creído que tenían que ser.

MEDITACIÓN
Ignacio nos guía con su (PyF) para seguir los caminos de Dios: “donde se sigue que el hombre, tanto ha de usar de ellas cuanto le ayuden para su fin,  y tanto las ha de dejar, cuanto para ese fin le impiden. Por lo tanto es necesario hacernos indiferentes (libres) ante todo, de tal manera que no queramos, de nuestra parte, más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta. Y así de todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos creados.” [23 cont.]

REFLEXIÓN
¿Caigo en cuenta de las afecciones desordenadas que tengo (gustos, placeres, intereses, etc.) por elección propia o impuesta (publicidad mediática, estilos de vida fuera de la realidad, corrupción, mentira, etc.) que van en contra de la gente o de mí mismo?
 Sí, vencerme a mí mismo, es ser libre. ¿Qué tengo que vencer para poder elegir lo que me lleve a Dios?
¿Qué creo que Dios me está pidiendo, en esta experiencia espiritual para que lo vaya dejando o pueda renunciar? (Génesis 12, 1-5 y Génesis 22, 1-19)
COLOQUIO

Termina con un coloquio (platica o diálogo) con Jesús, sobre tus afectos y apegos ‘desordenados’, que no te dejan libre para seguirlo a Él. Escribe los sentimientos y descubrimientos que surgieron de tu meditación.  Agradece a Papá Dios y termina  con un Padre Nuestro.

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